EAJ-PNV Gasteiz - Iñaki Prusilla Muñoz - MALTRATO: ¿HACEMOS LO SUFICIENTE LOS PADRES Y MADRES?

04 | Marzo

Iñaki Prusilla Muñoz

MALTRATO: ¿HACEMOS LO SUFICIENTE LOS PADRES Y MADRES?

Tengo varios artículos de prensa en mi mesa, artículos que tratan sobre las detenciones de cinco varones en febrero de este año por violencia de género. Las edades de los presuntos agresores son variadas: 20, 24, 27, 37 y 54 años. Me fijo en que las noticias de violencia de género cada vez ocupan menos espacio en la prensa y me atrevo a decir que, en los medios en general, son breves o forman parte de una noticia genérica de sucesos. Pero mi mente no deja de dar vueltas a un hecho objetivo que aparece en esas noticias: las edades.

Tres individuos -aunque sean presuntos me niego a llamarles hombres-, no llegan a la treintena y, de los cinco, cuatro no alcanzan los cuarenta años. Me parecen muy jóvenes. Sé que los malos tratos no tienen edad ni estrato social y que se dan en todos los ámbitos de la población, pero me sigue alarmando la juventud de los presuntos maltratadores: entre veinte y treinta años.

Aquí ya no vale la excusa de que una culpa importante de esta situación la tiene esa educación de hace décadas en que el papel de la mujer estaba relegado a mera comparsa del macho de turno. En absoluto. Estos individuos han sido educados en el ámbito de una sociedad con valores diferentes a la de entonces. Se supone que tenemos totalmente asumidos valores como la libertad, la igualdad, el respeto… Se supone. Sin embargo, hechos como estos nos reflejan el lado oscuro de nuestro día a día. Algo ha fallado, algo falla para que personas tan jóvenes cometan un delito de violencia de género. Las instituciones tienen incluidos en sus diversos planes acciones dirigidas a los más jóvenes centradas en el respeto y la igualdad de género.¿Hacemos lo suficiente los padres y madres? Todos y todas pensaremos “yo sí”. ¿Seguro?

Damos a nuestros hijos (y ahora me centro en los varones) todo lo que quieren. Mejor dicho, no queremos que les falte de nada. Somos buenos padres y madres y, claro, no pueden dejar de tener todo aquello que podamos facilitarles. Podemos encontrar, cualquiera de nosotros y nosotras, mil ejemplos de actividades o cosas que ponemos en manos de nuestros hijos a edades muy tempranas que nosotras y nosotros mismos no pudimos tener o realizar hasta cumplida la veintena. No digo que ésta sea la única causa de la existencia de jóvenes maltratadores pero, ¿les educamos para que asuman un no por respuesta o para hacer frente a la frustración? ¿Les damos herramientas para no utilizar la violencia en caso de conflicto? ¿Educamos en la igualdad? Tenemos que lograrlo, tenemos que lograr que asuman desde muy pequeños que la otra persona no es de su propiedad y que la palabra “igualdad” no es solo una palabra bonita.