A Maroto le importan un pimiento las personas desempleadas de Gasteiz. Para el PP, el empleo no es una prioridad; no cree que sea una de las actuaciones que hay que acometer desde el Ayuntamiento. Sí, ya lo sé. Ya sé que prometió en campaña que lo primero era el empleo, que iba a ser su prioridad. Pero nada más lejos de la realidad. Un nuevo incumplimiento de Maroto y del PP en general. El enésimo.
Lejos de dedicar un esfuerzo adicional a luchar contra el paro, el alcalde ha reducido drásticamente las políticas de empleo municipales. No son percepciones. Tampoco crítica hueca. Son hechos. Este año solo ha invertido el 37% de lo que prometió destinar a promoción económica. Dijo 22 millones. Ha invertido 8. Los planes de empleo los ha anulado por completo. Las acciones dirigidas a la formación -instrumento fundamental para mejorar la empleabilidad de las personas paradas- las ha reducido a la mitad.
Eso sí, para publicar dípticos, trípticos y demás folletos propagandísticos ya le llega. A esas cuestiones solo el Departamento de Promoción Económica ha dedicado medio millón de euros. Tirando por lo bajo. No incluyo el gasto en propaganda de otros departamentos. Cuando se trata de publicidad, Maroto no repara en gastos. En lo que no se detiene es en poner en práctica las propuestas de la Ponencia de Empleo que planteamos los ediles del PNV ni nuestras propuestas concretas para crear empleo. Nada. Maroto ha desterrado la ponencia y sus acciones al ostracismo. Como también se olvida de los 20.752 gasteiztarras que están de patitas en la calle.
Mal alcalde el que incumple constantemente su palabra. Mal alcalde el que ni actúa en sintonía con su municipio ni se esfuerza en resolver los principales problemas de la ciudadanía. Peor político quien, además, pone trabas para la solución de los mismos.
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