Una de las cosas molestas que la civilización ha traído es el ruido. Hace que no te centres en lo importante, que te despistes porque la incomodidad que produce te lleva a cambiar de lugar, de tema o de posición.
Manejar el ruido siempre ha sido uno de los elementos clave de la transmisión de los mensajes, particularmente en el ámbito político. Cuando quiero que mi mensaje llegue claro, procuro evitar el ruido de fondo. Paralelamente, cuando quiero tapar algo, genero ruido que haga que nadie se fije en el “algo” que se oculta.
El Partido Popular es especialista en esta materia, pero, por muy bien que lo haga, es de tal magnitud el “algo” que quiere ocultar que no hay ruido posible que lo tape.
Me explicaré. El dúo de Javieres que dirige, por así decirlo, el Territorio Histórico y su Capital, se han embarcado en la batalla de la RGI. En el guión de este esperpento, se dice que unos malos saquean las cuentas públicas en su beneficio para vivir sin trabajar. Y esto no puede seguir así. La ciudadanía se rebela y monta un chiringuito, “Ayudas + justas”, para recabar apoyos y reparar este entuerto.
Pero el meollo de la cuestión, el saqueo de las cuentas públicas en beneficio propio, tiene también otros libretos y esos les afectan a su partido y a su gestión.
El Partido Popular ha bien vivido de lo que saqueaba a las administraciones públicas que gobernaba o eso cree el juez que investiga tramas como la Gürtel o los papeles de Bárcenas.
Los versos sueltos locales, también del PP, dicen que esto está mal, pero que ellos no saben nada. Tampoco saben del pago de la sede de Bilbao y eso que no está tan lejos, pero ya se sabe que los de Bilbo son malos, nos quitan jugadores de fútbol y hasta el agua.
Quienes sí están implicados en algunas de las más oscuras etapas de nuestras administraciones formaron dúo musical en el Ayuntamiento. De esa época son episodios como el alquiler de los locales de San Antonio y ahora sabemos que también se han tirado 8 millones en un depósito de tormentas para Yurre, ilegal e inútil. Los dúos al PP le salen mal y Javier Maroto y Alfonso Alonso han costado más a Gasteiz que un tornado en New York y, por más ruido que hagan con la RGI o con otras cuestiones, no vamos a olvidar lo que su gestión nos ha costado y que debemos seguir pagando. Por eso, a pesar del ruido generado, hay quien es culpable, y lo sabe. Tenemos “concierto” para meses.
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